El gobierno, a través del Ministerio de Turismo, ha lanzado una gran campaña - interna y externa - para promover la marca de El Salvador. Sin embargo no pueden manejar algo que crece día con día: las maras.
Programas extranjeros, que podemos ver a través del cable o el internet, exponen esta realidad en los países a quienes vendemos nuestras playas y montañas.
Hace un par de semanas El Diario de Hoy sacó en su sección de espectáculos dos páginas sobre la nueva película de acción de Hollywood, "The Condemned", la nota se llama El Salvador Imprisionante.
Lo primero que me llamó la atención fue el titular, ¿un error? ¡NO!, el primer párrafo creo que dice todo sobre la imagen que aún tiene El Salvador en el extranjero:
"A pesar de los esfuerzos del Ministro de Turismo por difundir la marca país de El Salvador en el mundo y promover sus playas y sus bellezas naturales, en algunos lugares todavía prefieren asociarlo con un destino oscuro y peligrosamente exótico."
El Salvador puede ser conocido en el extranjero como un país de hermosas playas, parques de montaña, el mundo maya, una importante ciudad de negocios y con oportunidades de inversión (por capital extranjero desde luego); pero también somos conocidos como uno de los países más violentos de Lationamérica, y por supuesto hay quienes creen que vivimos en guerra, aunque con guerra o con paz (que es más un nombre que una realidad social), seguimos inmersos en una sociedad con bandas de crimen organizado o "informales" - digamos maras -.
El turismo
El Ministerio de Turismo lanzó una campaña - al estilo HSBC, que ya me tenía a pija - para promover la marca El Salvador.
En su primera etapa trató de hacer conciencia sobre la importancia de una "cultura turística" entre los salvadoreños. Esto para ofrecer a los turistas extranjeros un país más limpio, amable, cálido, etc. De ahí pues se dedicó a mostrarnos las "maravillas" de El Salvador, que terminó siendo un éxito gracias a los problemas en Guatemala y seamos sinceros... no hay pisto para andar jodiendo fuera... hay cosas más importantes. Y ahorita don Rocci - que es de los pocos del gabinete que se salva, pues si se ve un esfuerzo considerable para el país y no para su imagen o la de caSaca - promueve afuera la marca de El Salvador... aunque sea en el culo de los jugadores del Cadiz.
Las maras
Bueno, en realidad todo lo anterior vino porque hace una semana en Discovery Channel dieron el programa de "Maras, una amenaza regional". Y fue cuando me pregunté ¿cuántos más programas similares sacan en el extranjero y ni nos damos cuenta?
Hace ya meses había bajado del internet el documental del inglés Ross Kemp, en su serie "RossKemp on Gangs", en la cual hacen investigación sobre diferentes pandillas, de Brasil, Sudáfrica, neo-nazis y claro, la MS13. Días después en NatGeo dieron otro programa sobre maras - este lo encontré pasando canales - y en YouTube pude encontrar más de documentales.
Dentro de esos documentales encontré este - que esta peladísimo -, dividido en 6 partes:
Dangerous Gangs El Salvador 18 st (Parte 1)
Dangerous Gangs El Salvador 18 st (Parte 2)
Dangerous Gangs El Salvador 18 st (Parte 3)
Dangerous Gangs El Salvador 18 st (Parte 4)
Dangerous Gangs El Salvador 18 st (Parte 5)
La última no la puse porque era una entrevista...
No soy antropólogo, sociólogo o estudioso de la psicología social, soy un simple salvadoreño más que no tolera estos grupos antisociales. Los derechos humanos han puesto sus delicadas manos a defender a los delincuentes - al menos la Beatricce, este señor nuevo ni se hace ver -, y piden más oportunidad de reinsersión para los mareros, quienes en repetidas ocasiones entran y salen de la cárcel por robo, narcotráfico, violación, asesinato, y que han dicho que serán hasta la muerte de la mara.
No hay que ser un genio para saber que la mara no es un grupo de jóvenes que vienen de hogares pobres con padres separados - que es la peor y la más barata excusa que existe en este mundo... "soy marero porque soy pobre y solo vivía con mi mamá"... ¡PORFAVOR! -; las maras han tomado mayor fuerza porque son los instrumentos de narcotraficantes, traficantes de armas, seres humanos, ¿y porqué no? sectores poderosos de derecha o izquierda, que con ellos crean una cortina de humo para esconder su corrupción.
La realidad seguirá
Ya nos dimos cuenta que la "Mano dura" y la "Mano super dura" no funcionaron sino que al contrario, los mareros jóvenes ya no andan tatuados en la cara o los brazos, se visten como cualquier para no ser detectados; mientras que los mareros viejos llegan a la cárcel y han formado núcleos para controlar desde ahí lo que pasa afuera, práctimante les dieron el "cuartel general"; y tambien se logró saturar las cárceles, ya saturadas con anterioridad.
El turismo seguirá creciendo también, habrán más hoteles de playa de lujo (que pocos salvadoreños podremos pagar, pero habrán), los pueblos harán más festivales gastronómicos y las alcaldías tomarán con más seriedad el tema de la limpieza, las carreteras mejorarán (pero no la forma de conducir)... y por el bien del país, ojalá siga creciendo y cada uno hagamos algo.
Programas extranjeros, que podemos ver a través del cable o el internet, exponen esta realidad en los países a quienes vendemos nuestras playas y montañas.
Hace un par de semanas El Diario de Hoy sacó en su sección de espectáculos dos páginas sobre la nueva película de acción de Hollywood, "The Condemned", la nota se llama El Salvador Imprisionante.
Lo primero que me llamó la atención fue el titular, ¿un error? ¡NO!, el primer párrafo creo que dice todo sobre la imagen que aún tiene El Salvador en el extranjero:
"A pesar de los esfuerzos del Ministro de Turismo por difundir la marca país de El Salvador en el mundo y promover sus playas y sus bellezas naturales, en algunos lugares todavía prefieren asociarlo con un destino oscuro y peligrosamente exótico."
El Salvador puede ser conocido en el extranjero como un país de hermosas playas, parques de montaña, el mundo maya, una importante ciudad de negocios y con oportunidades de inversión (por capital extranjero desde luego); pero también somos conocidos como uno de los países más violentos de Lationamérica, y por supuesto hay quienes creen que vivimos en guerra, aunque con guerra o con paz (que es más un nombre que una realidad social), seguimos inmersos en una sociedad con bandas de crimen organizado o "informales" - digamos maras -.
El turismo
El Ministerio de Turismo lanzó una campaña - al estilo HSBC, que ya me tenía a pija - para promover la marca El Salvador.
En su primera etapa trató de hacer conciencia sobre la importancia de una "cultura turística" entre los salvadoreños. Esto para ofrecer a los turistas extranjeros un país más limpio, amable, cálido, etc. De ahí pues se dedicó a mostrarnos las "maravillas" de El Salvador, que terminó siendo un éxito gracias a los problemas en Guatemala y seamos sinceros... no hay pisto para andar jodiendo fuera... hay cosas más importantes. Y ahorita don Rocci - que es de los pocos del gabinete que se salva, pues si se ve un esfuerzo considerable para el país y no para su imagen o la de caSaca - promueve afuera la marca de El Salvador... aunque sea en el culo de los jugadores del Cadiz.
Las maras
Bueno, en realidad todo lo anterior vino porque hace una semana en Discovery Channel dieron el programa de "Maras, una amenaza regional". Y fue cuando me pregunté ¿cuántos más programas similares sacan en el extranjero y ni nos damos cuenta?
Hace ya meses había bajado del internet el documental del inglés Ross Kemp, en su serie "RossKemp on Gangs", en la cual hacen investigación sobre diferentes pandillas, de Brasil, Sudáfrica, neo-nazis y claro, la MS13. Días después en NatGeo dieron otro programa sobre maras - este lo encontré pasando canales - y en YouTube pude encontrar más de documentales.
Dentro de esos documentales encontré este - que esta peladísimo -, dividido en 6 partes:
Dangerous Gangs El Salvador 18 st (Parte 1)
Dangerous Gangs El Salvador 18 st (Parte 2)
Dangerous Gangs El Salvador 18 st (Parte 3)
Dangerous Gangs El Salvador 18 st (Parte 4)
Dangerous Gangs El Salvador 18 st (Parte 5)
La última no la puse porque era una entrevista...
No soy antropólogo, sociólogo o estudioso de la psicología social, soy un simple salvadoreño más que no tolera estos grupos antisociales. Los derechos humanos han puesto sus delicadas manos a defender a los delincuentes - al menos la Beatricce, este señor nuevo ni se hace ver -, y piden más oportunidad de reinsersión para los mareros, quienes en repetidas ocasiones entran y salen de la cárcel por robo, narcotráfico, violación, asesinato, y que han dicho que serán hasta la muerte de la mara.
No hay que ser un genio para saber que la mara no es un grupo de jóvenes que vienen de hogares pobres con padres separados - que es la peor y la más barata excusa que existe en este mundo... "soy marero porque soy pobre y solo vivía con mi mamá"... ¡PORFAVOR! -; las maras han tomado mayor fuerza porque son los instrumentos de narcotraficantes, traficantes de armas, seres humanos, ¿y porqué no? sectores poderosos de derecha o izquierda, que con ellos crean una cortina de humo para esconder su corrupción.
La realidad seguirá
Ya nos dimos cuenta que la "Mano dura" y la "Mano super dura" no funcionaron sino que al contrario, los mareros jóvenes ya no andan tatuados en la cara o los brazos, se visten como cualquier para no ser detectados; mientras que los mareros viejos llegan a la cárcel y han formado núcleos para controlar desde ahí lo que pasa afuera, práctimante les dieron el "cuartel general"; y tambien se logró saturar las cárceles, ya saturadas con anterioridad.
El turismo seguirá creciendo también, habrán más hoteles de playa de lujo (que pocos salvadoreños podremos pagar, pero habrán), los pueblos harán más festivales gastronómicos y las alcaldías tomarán con más seriedad el tema de la limpieza, las carreteras mejorarán (pero no la forma de conducir)... y por el bien del país, ojalá siga creciendo y cada uno hagamos algo.
Hola Gerardo!
ResponderEliminarBueno,te comento que soy de Costa Rica,y tenia planeado conocer San Salvador,pero conociendo a las maras,da temor aventurarse asi.
Muerte a las Maras.