Monseñor Romero
Hace 27 años - exactamente el 24 de marzo de 1980, meses antes que yo naciera - fue asesinado Monseñor Oscar Arnulfo Romero, un sacerdote que dio su vida por la justicia y la dignidad de los salvadoreños.
Él denunció en sus homilías dominicales, numerosas violaciones de los derechos humanos y manifestó públicamente su solidaridad hacia las víctimas de la violencia política de nuestro país, los atropellos contra los derechos de los campesinos, obreros, sacerdotes, y de todas las personas que recurrieran a él, en el contexto de violencia y represión militar que vivía El Salvador a comienzos de los 80's.
El lunes 24 de marzo de 1980, a las 6:25 p.m. fue asesinado cuando oficiaba una misa en la capilla del hospital de La Divina Providencia, en la colonia Miramonte de San Salvador. Sus últimas palabras fueron:
"... que este cuerpo y esta sangre sacrificada por los hombres, nos alimente también a dar a nuestro pueblo nuestra sangre al sufrimiento y el dolor, como Cristo, no para si, si no para dar cosechas de justicia y de paz al pueblo. Unámonos, pues, íntimamente con fe y esperanza a este momento de oración por nosotros... (SE OYE UN DISPARO)"
Oscar Arnulfo Romero Galdamez había muerto, tenía 62 años de edad. Un disparo hecho por un francotirador impactó en su corazón.
Es extraño oir es grabación y que la piel no se ponga como carne de gallina. Y es más difícil dejar a un lado sus palabras que suenan como premonición de su propia muerte al decir "...dar a nuestro pueblo nuestra sangre al sufrimiento y el dolor...".
Un día antes, el domingo 23 de marzo de 1980, Mons. Romero pronunció su última homilía pública, la cual fue considerada por algunos como su sentencia de muerte:
“ al Ejercito...en nombre de Dios y de este pueblo sufrido... les pido, les ruego, les ordeno en nombre de Dios, CESE LA REPRESION”.
En 1993 la Comisión de la Verdad, concluyó que el asesinato de Monseñor Oscar Romero había sido ejecutado por los "Escuadrones de la Muerte", formados por civiles y militares de ultraderecha , dirigidos por el mayor Roberto d'Aubuisson, (fundador del partido ARENA), como responsable intelectual de su muerte, y el capitán Álvaro Saravia, encontrado culpable por el asesinato de Mons. Romero, en Estados Unidos en 2004.
Politizando a Romero
Me dio por escribir sobre la politización de Mons. Romero al pasar esta noche (23 de marzo) por la plaza del Salvador del Mundo, donde también está una plaza en homenje a Mons. Romero.
Una tarima, música para calentar la noche, pero sobre todo GRANDES pancartas en contra del fundador del partido en el gobierno... "D'Abuisson asesino" decía la más grande.
Curioso... la celebración de un mártir salvadoreño es opacada por el nombre de su asesino. Se verán lo que ya he mencionado antes: banderas rojas, camisetas con la cara de un argentino que nada tiene que ver con el país o Romero, la banderita de la isla caribeña y de la República Bolivariana... en fin.
Es rídiculo como en este país algo tan sagrado y cristiano puede llegar a convertirse en algo pagano y de mal gusto.
Monseñor Romero ante todo fue un hombre de Dios, un hombre del pueblo. Hablaba de la palabra, de la justicia divina y de los derechos humanos.
Ahora los frente farabundistas "utilizan" la imagen de Mons. Romero como la del Ché o la de Fidel Castro, como la de un socialista que lucho por el pueblo y dejó su sangre por la revolución. Él no decía "revolución", el pedía paz, justicia y un alto a la represión.
El FMLN siempre acusará a ARENA (y justamente) del asesinato de un hombre santo del país. Una acontación aquí... los del FMLN no se tienen que hacer los majes, ¿Acaso no recuerdan aquel prodigioso poeta, compañero de ideología socilista, que fueron a tirar al Playón? ¡Si! ese, Roque Dalton (pero esa ya es otra historia).
Y proponiendo a D'Abuisson hijo merítisimo de El Salvador... ¡no sean payasos!
Talvez la frase correcta es: ¡no sean HIJUEPUTAS!
Los jóvenes nacidos desde 1985 a la fecha recuerda poco o nada de ese ser llamado Roberto D'Abuisson, el líder y fundador de aquellos "Escuadrones de la Muerte", culpables de los asesinato de muchos campesinos. Ahora solo conocen las banderitas tricolor y un presidente que utiliza a esos mismos campesinos como propaganda gubernamental.
No es posible que un asesino sea hijo merítisimo, es estupido. Es como que salgan con que Shafik Handal también lo merece... cualquier persona que haya violado el mandamiento de Dios no debe ser llamado hijo meritísimo en la tierra.
Mons. Romero era un hombre de Dios no de política
Me molesta como se ha utilizado la imagen de Romero en camisetas, llaveros, murales... como que fuera un producto de mercadotecnia.
Mons. Romero no debe ser una figura política del partido popular (FMLN). Debe llevarse en el corazón como un Santo, que gracias a la voluntad de Dios nació en nuestras tierras y defendió los derechos del pueblo (oligarca o no), hay que recordar que en la fe la oligarquía no existe o populismo.
Lamento no haberlo conocido, pero fue una gran persona. Ojalá que los "neo-políticos" que lo utilizan como estandarte partidista lo tengan como lo que fue y es... un líder espiritual y no político.
Sus palabras: "La Iglesia no debe meterse en política, pero cuando la política toca el altar de la Iglesia. ¡A la Iglesia le toca defender su altar!"
Para más información:
Informe de la Comisión de la Verdad: Caso Arzobispo Romero (versión completa)
Página por la canonización de Mons. Romero http://www.romeroes.com/
http://www.cervantesvirtual.com/bib_autor/romero/
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