El Faro. Entre el jueves y el sábado de la semana pasada cerca de 30 pandilleros salieron del régimen de máxima seguridad. Se trata de los líderes de la Mara Salvatrucha y del Barrio 18, dentro de los que se incluye a “Viejo Lin”, “Chino Tres Colas”, “El Diablito” y “El Trece”. Los traslados a prisiones de menor seguridad son parte de un pacto entre las pandillas y el Gobierno.
Pues si, con esa sonrisa sarcástica, el Viejo Lin y los otros mareros ríen al haber doblegado al fin las manos duras, los brazos de hierro, o los abrazos de amistad con que el Gobierno quería reducir la criminalidad.
Es triste que en este país cada día los mareros tienen más poder. El Gobierno no tiene más que darles las comodidades que ellos siempre han deseado para echarle una "ayudadita" a la Policía. Con esto lograron pavonearse por un días "que la criminalidad ha bajado"... ¡Increíble!
Denigrante para las autoridades policiales que sus estrategias de seguridad social incluyen a quienes han sido privados de libertad por haber quebrantado las leyes de la República, y que no deberían tener más derechos a ser condenados a una pena acorde al delito cometido.
¿Qué pasará cuando estos mareros pidan más cosas y el Gobierno no puedo dárselas? En fin, el Gobierno ya cometió el primer error, les dió la mano, ahora que no se sorprendan cuando les agarren el brazo.